Nuevas experiencias de compra con Self-Checkout

El autopago o Self-Checkout es una opción cada vez más popular entre los minoristas para agilizar el momento del pago en la experiencia de compra de sus clientes.
Como toda novedad, tiene sus pros y sus contras y, en última instancia, el minorista necesitará evaluarlos para decidir si implementa esta opción en sus tiendas o si mantiene la caja tradicional.
A continuación, analizamos los pros y los contras de este sistema, para que pueda tomar una decisión informada para su negocio.
Las ventajas del autopago: comodidad y eficacia en los puntos de venta físicos
Comprar en tiendas físicas es una experiencia satisfactoria y agradable, pero el proceso de pago puede ser largo y tedioso en picos de venta como ocasiones especiales o rebajas.
La principal ventaja de la tecnología SCO es que elimina este obstáculo, permitiendo a los consumidores tener una experiencia más eficiente y cómoda optimizando tanto su tiempo como el tiempo del personal en tienda que puede ofrecer una mejor atención a los clientes que necesiten ayuda.
La tecnología de autopago permite a los compradores pagar con tan solo unos clics y de manera automática sin tener que esperar largas colas esperando su turno en la caja.
Esto hace que la transacción sea mucho más fluida y rápida para quienes prefieren la experiencia de compra tradicional.
Los posibles cons: clientes que prefieren ser atendido por una persona o la resolución de errores
El autopago puede ser cómodo, pero también aleja al cliente de la atención personalizada habitual de las tiendas físicas.
¿Qué pasa si ocurre un error durante el proceso de pago?
Estos errores pueden ser tan sencillos como una mala conexión del banco emisor de la tarjeta del consumidor o un precio mal referenciado en el sistema que puede convertir una experiencia rápida y sencilla en un proceso más largo que requiere de un personal en tienda bien entrenado para resolver al instante este tipo de incidencias.
Cómo conseguir una experiencia de compra mejor con SCO y sin fricciones
Hay varias formas en las que los minoristas pueden abordar algunos de los principales roces relacionados con el Self-Checkout:
- Utilizar tecnología de seguridad avanzada para limitar la cantidad de información sensible de los consumidores.
- Tener a supervisores para monitorear el proceso y resolver rápidamente cualquier tipo de incidencia.
- Instalar sistemas de escaneo RFID (Radio Frequency Identification) que permitan la identificación sin contacto para verificar cualquier discrepancia entre los productos escaneados y aquellos realmente comprados.
Con un nuevo consumidor más cercano a la tecnología y a las experiencias digitales, el SCO es una opción muy eficaz para cualquier minorista e, incluso, para otros sectores como la restauración.
Evitar largas colas en los establecimientos es una de las claves para optimizar la experiencia de cliente y, a su vez, poder atender a más clientes en las tiendas físicas.
Por otro lado, el uso del Self-Checkout puede dar a los clientes una atención más personalizada y una mayor seguridad en las transacciones relacionadas con el pago.
¿Cómo pueden los minoristas combinar caja tradicional con Self-Checkout?
Los comercios que ofrecen ambos métodos de pago dan a sus clientes la oportunidad de elegir la opción que más les convenga en cada situación, lo que aumenta las posibilidades de que tengan una experiencia positiva y vuelvan en el futuro.
En el caso del Self-Checkout es importante que el proceso de pago conste de instrucciones claras en cada paso para evitar confusión por parte de consumidores que no estén familiarizados con el proceso y tener personal disponible para responder preguntas o solucionar problemas si fuera necesario.
Con un buen proceso y una herramienta como la de Openbravo que te permite instalar el Self-Checkout sin depender de una conexión puedes ofrecer mejores experiencias a tus clientes que apreciarán la oportunidad de ahorrar tiempo evitando las largas colas en caja.